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| Fracaso tras fracaso para ambos clubes. |
Vamos por partes y primero algo de Motagua.
"El proceso es a largo plazo, en unos tres años queremos ver los resultados", palabras de Pedro Atala al momento de presentar con bombos y platillos al nuevo director técnico, Risto Vidakovic, en mayo del año presente, al final, el mentado proceso no duró ni un año.
A decir verdad, Motagua sorprendió a propios y extraños con el nombramiento del serbio Risto Vidakovic, fue una cortina de humo que opacó, por ratos, el tetracampeonato del Olimpia, ya que un día antes el club blanco se había coronado campeón.
Para ir haciendo resumido la estancia del europeo en Honduras. Comenzó con lo más difícil que la directiva le pudo plantear en estos meses, echar a Amado Guevara del plantel. Cosa que no fue fácil para el serbio pero tuvo que hacerlo y, de paso, también, echarse, pero de enemigo a toda la afición del mimado.
Partiendo de eso, todo le salió mal a Vidakovic y su cuerpo técnico, aclarando desde ya que el serbio no es ningún bobo, no es un mal técnico, sí le faltó más jugadores de área, un nueve puro que las metiera. Jugadores como Eddie Hernández, Roby Norales y Georgie Welcome no le aportaban lo necesario, aunque el isleño cerró el torneo con 4 goles.
Sin olvidar el caso de "los 4". Bajó a reservas a Orlin Peralta, Luis Castro, Omar Elvir y Alfredo Mejía luego del primer clásico capitalino, cuando los antes mencionado saludaron a varios jugadores del Olimpia y más de alguno sonrió de forma burlesca, cosa que Vidakovic lo tomaría de mala manera, criticando el acto de los jugadores como "falta de compromiso con la institución".
El balcánico cerró su participación con Motagua en 17 fechas, antes de terminar el torneo porque fue despedido, logrando ganar 5 juegos (Olimpia, Real España, Marathón y Vida de local, Parrillas One de visita), 6 juegos empatados y mismos perdidos; anotando 25 goles y recibiendo 26, para un balance completamente negativo.
Milton "Jocón" Reyes cerró el torneo para el Motagua perdiendo 1-0 ante Platense y acabando con la ilusión de entrar, tan siquiera, a la repesca del torneo apertura 2013/14.
Ahora, algo más de infamia, Marahón...
Advertidos desde la pretemporada quedó la afición verdolaga por su presidente, Arturo Bendaña, diciéndoles que "no pidan títulos". Ya que el equipo estaba en "quiebra" y que por ende no se ilusionaran con volver a levantar una copa, como la última vez en 2009.
Con todo el problema financiero que el Marathón tenía, se ficharon a varios jugadores como Ian Osorio, el uruguayo Jonathan Techera y el español Pablo Rodríguez, so sí, teniendo atrasados en cuanto a pagos al plantel.
De la mano del técnico Carlos Martínez se hizo la mayor parte del campeonato, no fue nada halagadora ya que no lograban escalar en la tabla de posiciones. Hubieron momentos de buen futbol que ocultaba el malestar en los jugadores por la falta de pagos.
Para sanar las arcas verdolagas, la directiva, sin pena, se abocó a su afición y les pidió "por cabeza" mil Lempiras para poder, de alguna forma, ayudar con la economía del club. Un buen número de aficionados, viendo la situación del Marathón, ofreció su ayuda y contribuyeron con el equipo de sus amores.
Ya en la parte futbolística no iba tan bien y la junta directiva decidió hacer a un lado a "Carlón" y nombrar al debutante Mario Beata en el banquillo del verde. El comienzo fue el menos esperado para Beata quien encontró una ruta ganadora con el club; al final se cayó y pecaron tanto que quedaron últimos en la tabla.
Ni la garra de Mario Berríos salvó a un Marathón que todo el torneo fue un equipo del montón que no alegró, como tiene acostumbrado a sus aficionados. Fueron fines de semanas duros para el hincha verde, para suerte de ellos, el torneo se acabó y se ponen a pensar en el clausura.
Para tratar de alegrar al aficionado del monstruo, Yankel Rosenthal dijo que "ya estamos pensando en el siguiente torneo, le vamos a meter mano al equipo". Además, se anuncia la llegada de Manuel Gregorio Keosseián.
Con Martínez y Beata el Marathón quedó en el último lugar, haciendo así su peor campaña durante la Liga Nacional; 18 juegos; 4 ganados, 5, empatados y 9 perdidos para anotar 20 goles y recibir 30.
POR: Gustavo Roca
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