El mejor portero de la Liga de Honduras. Sebas Portigliatti. |
Su vida ha estado ligada al fútbol desde muy chico, cuando comenzó en el fútbol en su querido San Francisco, provincia de Córdoba. El portero menos batido del torneo nos contó lo que sintió al recibir la llamada de Diego Vazquez, dio su análisis del equipo en este torneo y algo más de su vida.
¿Estás viviendo un cuento de hadas en tu primera temporada en Honduras?
Estoy contento. Estaba por retirarme del fútbol cuando surgió lo de Motagua. No lo dudé dos veces en venir a Honduras.
¿Tan mal estabas en Argentina?
Sí porque estaba en la cuarta categoría, ahí no hay contratos y estaba de palabra con el club. Estuve dos meses sin cobrar. Vivía con un compañero que tenía tarjeta de crédito y la pasábamos para poder comprar lo básico.
¿Usabas buenos implementos deportivos?
Ser arquero es caro. A veces tenés que sacrificar algo para comprarte un par de tacos o unos buenos guantes. Ropa estuve mucho tiempo sin comprarme, pero ahora me puedo dar algunos gustitos que antes no me daba.
¿Fuiste a probar fortuna en los grandes clubes?
Con 24 años me iba a probar a los clubes de Buenos Aires. Cuando me preguntaban dónde jugaba les decía en tal lugar. Ellos me decían “Ahh... Entrá un rato”, pero al final te ven mal y me decían “ya tenemos arqueros”.
¿El periodismo te llamó la atención?
Se dio cuando estaba en River allá por el 2004. Empecé en una facultad cercana, estudiaba de noche. Me faltaban seis meses...
¿Aclará que no sos familia de Diego?
Nada que ver. La historia de cómo conozco a Vazquez es así: Diego pidió permiso para entrenar en San Martín de Mendoza. Yo no lo conocía, me contó que estuvo en Motagua y lo que ganó. Estuvo un mes y se fue. Pasaron los meses y nuevamente aparece Diego y le pedí que me echara una mano, él me dijo que le enviara un correo con mis videos y me dijo “cualquier cosa te aviso”.
¿Después qué pasó?
Pasó una semana y me llaman de un número desconocido y cuando atiendo era Diego. Yo estaba muy mal. él me dice que había una oportunidad en Motagua de Honduras y me preguntó si me quería venir . Me temblaban las piernas cuando le dije que sí quería. Era mi primera vez en la Primera División, un club grande y un país mundialista. Motagua me cambió la vida, Dios lo puso en mi camino.
¿No te dio miedo la inseguridad de la que tanto se habla en Honduras?
Lo primero que pensé yo era en lo deportivo. Yo me adapto a todo. Sabía que en Centroamérica hay mucha inseguridad, pero aquí es como en todos lados. Esta era mi última oportunidad en el fútbol y yo no venía a andar de fiesta o a ir a comer todos los días al mall.
¿Te acordás del día que te presentaron en el club?
A mí me tuvieron guardado dos días en un departamento, fue una sorpresa para todos cuando fui a la conferencia, nadie sabía que me iban a presentar. Cuando llegué no se decía nada de mí. Pensaba que les daba vergüenza traer a un portero de la cuarta división ja, ja, ja.
¿Sos de los porteros que les gusta ordenar a los defensas?
Al principio no me hablaba con los defensas. Era difícil, yo veía a Júnior Izaguirre y lo miraba todo el tiempo enojado al igual que Juan Pablo Montes y después terminamos bromeando ja, ja, ja.
¿Con Marlon Licona verdaderamente hay una lealtad como porteros?
Marlon es un tipo de una transparencia increíble y la convivencia que hay con él y con Harold Fonseca es muy buena. Los porteros nos divertimos muchísimo. Yo me pongo contento cuando él juega. Marlon me dice dónde me compra los guantes o me los compra él mismo. Además nos divertimos mucho con Hugo Caballero.
¿Cómo resumís el torneo de Motagua?
Me parece que se hizo un buen torneo, se pudo haber dado más, terminamos jugando muy bien, pero no estoy conforme. Es cierto que quedamos en deuda porque no le ganamos a un grande y cuando aspirás al título tenés que ganarles a todos.
¿Cómo estaba el camerino de Motagua cuando los eliminó el Marathón en la repesca?
Estábamos mal, golpeados y en silencio. Diego nos agradeció por todo lo que hicimos. Creo que no le fallamos a Diego ni a la afición.
¿Te considerás el mejor portero de la liga?
Bueno, muy agradecido. Las estadísticas hablan bien por mí. Voy a seguir trabajando por hacer un mejor campeonato.
¿De quién fue la idea de la pancarta que mostró Diego Vazquez que decía “Estamos en la liguilla”?
Ni sabíamos de eso, yo me entero porque después del partido ante Vida iba revisando las redes sociales y leo lo de la pancarta. Nunca le preguntamos al profe, no sabemos si la hizo en el camerino. Es una idea que tuvo él y me causó mucha gracia. Ahora, en redes sociales le sacaron una que dice: “Se vende hielo ja, ja, ja”.
¿Te acordás de la cábala de Diego Vazquez en las primeras fechas?
Andaba vestido de negro. El zorro... Que camisita te metiste, así le decíamos ja, ja, ja. Pero Ninrod Medina también es otro que a veces se sube al bus con unas camisitas también. Hay buena onda con el cuerpo técnico y nosotros.
¿Comés comida hondureña de vez en cuando?
La baleada, los pastelitos, los tamalitos, en Amarateca hay una pareja que hace tamalitos con refresco muy buenos que nos quitan el hambre pues el trayecto de Amarateca a Tegus es largo. ¿Tenés un reto para el próximo campeonato? El torneo que viene claro que tengo que ser mejor.
¿Quiénes son tus favoritos para la final?
Para mí el Real Sociedad es favorito y eso que no conozco a nadie de ese club. Me han sorprendido por su forma de jugar. Marathón le ha ganado dos veces al Sociedad. Olimpia no terminó como debería haberlo hecho y Victoria llega sin ninguna presión.
Del arbitraje hondureño, ¿qué opinás?
El arbitraje de Honduras anda mal pero creo que hay que apoyarlos ya que hacen un trabajo importante. A mí me han tratado de maravilla, que quede claro. Hasta tuvimos una charla con un exárbitro que nos ayudó mucho. A mí me habían dicho que los árbitros no querían a los extranjeros y no es así.
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